Yo soy el rey
amo de mi castillo
yo dicto la ley
bajo mis dominios
Yo ordeno, yo mando, yo pido
Yo digo lo que hay que hacer
Si no cumples, te castigo
Escucha bien lo que te digo
Yo sigo
siendo el rey!!
Esta es mi casa, estas son mis reglas
Aquí no se limpia ni se ordena
La vida es bella y amena
sin responsabilidades ni penas.
Todo es risa y alegría,
viendo Netflix todo el día.
Sin perra que me ladre o diga
“no llenes la cama de migas”.
Pero un día el cuento cambió
y apareció una doncella.
Mi reino tembló
por culpa de esa plebeya.
Será por sus ojos vivos?
Será por su cara bella?
con lo que yo he sido…
y me enamore de ella.
Y ocupó mi corazón,
la despensa y la nevera,
el hueco del sillón,
mochila y riñonera,
la manta, el edredón,
hasta la sabana bajera!
el mando del televisor,
el agua en la bañera
y el armario de la habitación
donde las sudaderas.
Entre mucho y un montón,
resumiendo: la casa entera.
Llegó con talante
“me gusta mucho tu palacio”
Decía
Depués tiró palante
Y se hizo su espacio,
la tía.
Empezó a ser demandante,
ella iba muy despacio,
tranquila.
Y se convirtió en la comandante
y yo reacio
asentía.
Pasé de ser un superhero
A ser como el monstruo
al que llaman sin rostro
en el viaje de Chihiro.
No tengo ni voto ni veto
Ya en nada me meto
soy como un viajante de paso
al que nadie hace caso.
Pero… ya me he cansado!
Voy a sacar molla.
Ya se me ha calentado
mi sangre criolla,
Esto se ha acabado.
Contigo pan y cebolla.
No sere más un esclavo
con cadenas y argollas,
ya me he liberado
y se me va air la olla.
Lo voy a gritar bien claro
Aquí manda mi…
novia
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